martes, 27 de septiembre de 2011

Disciplina y cooperación antes de los 2 años de edad

Muchas veces nuestros pequeños angelitos hacen tantas cosas que nos sacan de los cabales y olvidamos que son muy diferentes en muchos sentidos, incluyendo el entendimiento del lenguaje, causa y efecto, etc. por eso antes de que sigas castigandolo y regañandolo sin ningún resultado, como seguro te ha pasado mas de una vez, te traigo este articulo de los expertos para entender mejor a tu pequeño y salir airosa de esas cositas que te hacen perder la paciencia.


Disciplina y cooperación

Escrito para BabyCenter México


Escrito por la experta en cuidados de niño y escritora Penelope Leach

A medida que los bebés se convierten en niños pequeños, muchos padres comienzan a pensar y a hablar acerca de la disciplina. No es de extrañar, tu hijo ha aprendido a hacer muchas cosas y no todas te gustan.

Cerca del primer cumpleaños

Tu hijo, que ya empieza a moverse por sí solo y a hablar, es ciertamente capaz de comprender lo que significa "no" y comenzar a cooperar con los adultos, incluso cuando realmente no quiere hacerlo. Pero no está listo para manejar el enojo de los adultos cuando no coopera, porque no puede comprender las razones de ese enojo: para él parece surgir de la nada, como un trueno.

Tu niño no tiene forma de saber que lo que acaba de hacer o de ocurrir (derramó la leche en tu camisa limpia, te vació la bolsa con documentos), ha sido el pequeño desastre que, para ti, se convirtió en la gota que rebasó el vaso y acabó con tu paciencia. Incluso si ha sentido tu tensión previa, no habrá comprendido qué la causó: quizás el despertador no funcionó e hizo que te levantaras tarde y que lo levantarás a él tarde también, con lo cual van a llegar tarde a su guardería y a tu trabajo. No entiende mucho tus sentimientos o tus asuntos y tampoco tiene por qué. Todavía no le preocupan. Si lo regañas, puede que te enoje aún más riéndose; si le gritas, saltará y llorará. Si pierdes el control hasta el punto de castigarle físicamente, zarandeándolo o metiéndolo en su cuna se quedará tan asombrado y horrorizado como si el perro de la familia súbitamente te arrancara un pedazo de pierna. Hasta que las razones del enojo de los adultos se vuelven comprensibles, tu hijo no puede aprender nada útil de un castigo. Cuando las razones se convierten en comprensibles, podrá aprender sin castigo.

Imagina que tu hijo jala un cenicero de la mesa y lo rompe. Puedes regañarlo muy enojada porque le has dicho que no lo toque ya muchas veces, y en cualquier caso, tendría que haber sido más cuidadoso. Pero piénsalo. Tocó el cenicero porque estaba allí: su curiosidad vital le dijo que lo examinara y su memoria y su comprensión todavía no son tan buenas como para saber qué cosas están prohibidas. Lo rompió porque su destreza manual todavía no es la adecuada para manejar las cosas de forma delicada. ¿Fue el accidente realmente su culpa? Si el cenicero era realmente valioso, ¿qué estaba haciendo a su alcance? Está siendo castigado por ser lo que es: un bebé.

Ahora imagina que arroja toda la comida que hay en su plato al suelo recién trapeado. Furiosa le dices que "eso no se hace", pero, ¿sabe él que eso no se hace? Unos minutos antes le ayudaste a arrojar todos los bloques que llevaba en su bolsa al suelo. ¿Tiene que saber la diferencia entre comida y juguetes? Con respecto al suelo limpio, probablemente te vio poniendo agua espumosa sobre él. ¿Tiene él que saber que el agua con jabón limpia, pero que la salsa de carne ensucia? Te estás enojando con él por tener la edad que tiene y por comportarse como los niños de su edad tienen que comportarse.

Aunque otras personas puedan sugerir lo contrario, ser dulce con un bebé a esta edad no lo "malcriará" ni creará problemas de comportamiento para más adelante. De hecho, cuanto más conscientemente lo ames y disfrutes de la forma en que te ama, mejor. Si puedes ver y corresponder a su deseo inagotable de sonrisas y abrazos, te será obvio que la última cosa que quiere es enojarte. Pero todavía pasará un largo tiempo antes de que pueda comprender qué es lo que te complace. Tus placeres no son los mismos que los suyos... a ti no te gusta la salsa en el suelo.

Del año a los dos años y medio

Durante estos meses, el reloj interno de desarrollo de tu hijo le dice que es hora de dejar de ser un bebé y empezar a ser una persona independiente. Si lo tratas como a un bebé, luchará contigo a cada paso del camino y, al final, ganará su independencia porque es algo necesario. Pero la obtendrá a costa de un precio terrible en amor perdido.

Pero el reloj todavía no ha llegado a la etapa de "niñez", de manera que los intentos de manejarlo y disciplinarlo como harías con un niño más mayor, todavía no funcionarán. Te enfrentarás a una falta de comprensión que se ve como un desafío y cada batalla que emprendas finalizará con amor perdido. Por eso no intentes tener un control absoluto ni emprendas batallas morales. Tu hijo será "bueno" si tiene ganas de hacer lo que tú quieras que haga en ese momento, y no tiene ganas de hacer algo que no te guste. Con un poquito de inteligencia puedes organizar la vida en general y ciertos asuntos en particular, para que los dos quieran la misma cosa al mismo tiempo, la mayoría de las veces.

Tu hijo tiene los bloques de jugar por todo el suelo y tú quieres que el cuarto esté ordenado. Si le dices que los recoja, probablemente se negará. Si insistes, empezará una lucha que tú no puedes ganar. Puedes gritarle y castigarle, pero no recogerá del suelo ninguno de los bloques de juego. Pero si le dices "te apuesto a que no puedes poner todas esas piezas en la bolsa antes de que yo recoja todos los libros", has convertido una tarea en un juego, y una orden en un desafío. Ahora él quiere hacer lo que tú quieres que haga, de manera que lo hace. No recogió (la mayoría) de los bloques "por mamá", no lo hizo para ser un "buen chico". Lo hizo porque tú conseguiste que él quisiera hacerlo. Y ésta es la mejor forma de hacer las cosas. Conduce a tu hijo a través de su vida diaria anticipando los obstáculos y sorteándolos, evitando las órdenes absolutas que rechazará totalmente, dirigiéndole y guiándole para que se comporte como tú quieres que se comporte.

El resultado ahora es diversión en vez de batallas, pero el resultado más adelante es muy importante. Este niño, que todavía no sabe distinguir lo que está bien de lo que está mal y por lo tanto no puede escoger entre comportarse bien y comportarse mal, está creciendo. Pronto llegará el momento en que recordará tus instrucciones y verá los resultados de sus acciones; entenderá las sutilezas del lenguaje diario; reconocerá tus sentimientos y tus derechos.

Cuando llegue ese momento, tu hijo será capaz de ser "bueno" o "malo" a propósito. Lo que escoja dependerá en gran medida de cómo se siente con respecto a los adultos que le son especiales y que tienen poder sobre él. Si alcanza la siguiente etapa de desarrollo sintiendo que tú básicamente lo quieres, apruebas su conducta y estás de su parte querrá (la mayoría del tiempo) complacerte y se comportará (con bastantes lapsos) como tú quieres.

Pero si llega a esa etapa sintiendo que tú eres dominante, no le entiendes y estás en contra suya, puede que ya haya decidido no molestarse en intentar complacerte porque tú nunca estás complacida; quizás no le importe cuando estés enojada porque tú estás enojada a menudo; y puede que no quiera exponer la profundidad de sus sentimientos por ti, porque tú no siempre pareces corresponderle.

Si en algún momento te preguntas si estás siendo demasiado suave y comprensiva con tu hijo, o si alguien te sugiere que éste es el momento de ponerte más dura, mira hacia adelante. Si tu hijo llega a la edad preescolar y ya no busca tu aprobación, no quiere cooperar, no se siente seguro de querer y ser querido, habrás perdido la base para la "disciplina" fácil y efectiva a través de la niñez. En este estado intermedio de los niños pequeños entre uno y dos años y medio, un niño feliz es un niño fácil. Un niño que es fácil ahora, será fácil de manejar más adelante.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Desvelandome con Sculptris

Estoy practicando con Sculptris para poder hacer algún tutorial básico, después de 4 horas (mucho para este programa tan fácil) logre algo bueno sin mucho detalle y espero que con mas tiempo mejore.

Cuestión de practica y paciencia, no se necesitan grandes gastos para lograr grandes cosas...

Recuerden que si no tienen mucha practica en el modelado lo mejor es dibujar antes o tener buenas referencias, en este caso varias fotos para la cabeza.

viernes, 2 de septiembre de 2011

Sculptris software gratuito

Sculptris es un software gratuito que compro Pixelogic, y a la fecha lo mantiene gratuito y como complemento para su estrella "ZBrush".

Actualmente están en una versión 6 y es muy fácil de instalar y ejecutar, muy ligero y para modelado por escultura, modelado orgánico, etc. lo que quiere decir que tienes pocas herramientas pero es como si tuvieras una bola de plastilina en lugar de una malla que manipular como la mayoría de software para 3D.

Apenas lo estoy conociendo y ya me encanto, incluye su área para pintar al personaje; deben tener cuidado de tener todo completamente terminado en cuanto a modelado para después iniciar el pintado, de otra forma no hay marcha atrás.

Sinceramente muy recomendable aun que muchos preferirán Blender por su forma de trabajo.

Esto es lo que logre en unas dos horas y algo considerando que es la primera vez que modelo en este tipo de interfaz me parece muy buen tiempo.



Si logre interesarlos solo tienen que pasar a la pag de Pixelogic y descargar Sculptris, una vez que lo descargan solo lo ejecutan e instalan, no tiene la mayor ciencia que darle next a todas las pantallas y listo a jugar con Sculptris y si tienen Zbrush pues hay una función para enviar lo que hagan en Sculptris a Zbrush o exportarlo como obj para usarlo en otros software.